domingo, 28 de diciembre de 2008

Entrada Triunfal

Mi suegra mi miró muy raro cuando la saqué de la fila larga y le dije que íbamos a entrar.
Pero no era cuestión de ponerme a explicarle todo y perder minutos valiosos.
Ella estaba en mi manos y me obedecía ciegamente.
Esta vez caminamos al lado de toda la fila pero sin batir ningún record ya que iba empujando el carrito con el Bimbi.
Llegué temblando de que ( yo siempre tan dramática, fiel a mi estilo) el Sr. Amabilísimo se hubiera esfumado.
Pero no; allí estaba y cumplió con su promesa: nos vio, hizo detenerse a las personas que esperaban entrar y nos hizo pasar!

De ahí llamó a una persona que nos escoltó hasta uno de los controles. Le agradecí nuevamente con la mejor sonrisa y palabras que pude.

El Sr Amabilísimo me recomendó que tratara de visitar todo lo que pudiéramos; al fin y al cabo teníamos tiempo de sobra para disfrutar no solo de la Capilla Sixtina!


El control a los museos es similar a lo que ocurre en los aeropuertos, pero más livianito. Luego de aprobarlo, nos pidieron que aguardáramos hasta que llegó una familia con una niñita en silla de ruedas. Hablaban en inglés.

Nos acompañaron hasta el ascensor. Y entonces comenzó nuestra visita.


Aclaro, la información que aparecerá en este Blog la tomo de diversas fuentes que van a figurar con acceso directo desde el mismo.
Uso también mi memoria ( por eso algunas fallas, seguramente) y me ayuda también el orden en el que fui tomando las fotos.
Trato de compartir mi viaje, no pretendo ser una guía de turismo, ya que la información completa está al alcance de cualquiera. Sin embargo, voy a copiar algunas cosas interesantes .
Armé esta visita con algo de tiempo y no solo buscando en Internet o participando en foros, sino con libros/guías que pedimos en la biblioteca, y también de personas que me prestaron los suyos cuando se enteraron de mis planes.



Asi que luego del viaje en ascensor nos indicaron seguir una flecha y nos encontramos en uno de los Patios del museo: su nombre: en honor a lo que ven a continuación:
O sea, el PATIO DE LA PIÑA

"Dejando a la izquierda el llamado Atrio de las Corazas y atravesando el Atrio de las Cuatro Cancelas, se llega al Patio de la Piña, situado en una parte del espacio cinquecentesco del Belvedere. Este último fue proyectado en 1506 por el arquitecto Donato Bramante, por encargo de Julio II, con el objeto de poner en comunicación el Palacio de Inocencio VIII (1484-1492) con la Capilla Sixtina, mandada construir por Sixto IV (1471-1484). El Patio estaba dividido entonces en tres zonas con dimensiones diferentes, unidas entre sí por elegantes tramos de escalera y cerrado lateralmente con cuerpos de albañilería ritmados por semicolumnas estriadas sobre las que se apoyaban grandes arcos. La pavimentación y los brazos laterales se inclinaban ligeramente hacia la Capilla Sixtina, con el fin de engañar la vista de quien se asomara al patio desde los apartamentos reales, haciendo que su extensión le pareciera mayor. En la extremidad norte se había previsto una gran hornacina para cerrar la perspectiva: ésta fue realizada en 1565, como se encuentra actualmente, en el llamado Patio de la Piña, por el arquitecto Pirro Ligorio que usó la cúpula del Panteón como modelo. Las sugestivas estampas de la primera midad del siglo XVI ofrecen una idea de las celebraciones que aquí tenían lugar. A fines de 1500 el Patio del Belvedere fue dividido en dos partes mediante la construcción de un brazo transversal de la Biblioteca de Sixto V (1585-1590). Años después, en 1822 se realizó un segundo cuerpo de albañilería transversal, llamado “Brazo Nuevo”, destinado a contener una colección de estatuas. En la actualidad allí hay tres espacios abiertos: el Patio de la Piña, el Patio de la Biblioteca y el Patio del Belvedere.


El Patio de la Piña recibe este nombre por la colosal piña de bronce de casi 4 metros de altura que en época clásica se encontraba en Roma, en los alrededores del Panteón, por lo que el barrio se llama “de la Piña”.Es problable que en la Edad Media la misma fuera llevada al atrio de la antigua basílica de San Pedro, de donde se la trasladó en 1608. A los lados había dos pavos reales de bronce, copias de originales del siglo II d.C., conservados en el Brazo Nuevo. "


Fuente: http://www.vaticanstate.va/ES/Monumentos/Museos_Vaticanos/Patios.htm

Es verdad, esa piña es imponente!

Y debajo de la Piña:

2 comentarios:

h dijo...

Buenisimo!!!

Que bien portada tu suegra...

Dios bendiga al Sr. Amabilisimo!!!

Bien que podrias ser guia de turistas...si quisieras!!!

Segui que vas muy bien!!!

Feliz 2009, lleno de Bendiciones y de todos los viajes que queras hacer!!!

Besos!!!

Acacia dijo...

Jaja, pobre suegra,no?
Siempre recordare al Sr Amabilísimo!
Alguna vez tuve que ver con la industria del Turismo...

Gracias Hanni!!!
Sigo pronto!